El abuelo jugó en River. Su tío se puso la camiseta una vez. Un primo de su papá dio varias vueltas olímpicas. Y otro primo estuvo en las Inferiores.
Al nono le dicen el Indio. Al primo de su papá, el Indiecito. A la otra hija del tío, que invariablemente sabe la ley del offside y demás, la llaman la Indiecita.
Dos conclusiones, entonces, sobre el chico que debutó el martes frente a Racing. La primera: si Augusto Solari no pertenece a la familia fútbol, pega en el palo. Y la segunda: el apodo ya lo tiene adosado desde el vamos. Bienvenido, Indiecitito.
Para pasar en limpio este árbol genealógico, Augusto es nieto de Jorge, también volante de River pero en la década del 60, director técnico y además creador del club Renato Cesarini. Hijo de Jorgito, entrenador y actualmente la cabeza de Renato. Sobrino de Eduardo. Y primo segundo de Santiago y Esteban. Uf.
“Tengo una emoción tremenda por haber debutado en el club que jugó mi abuelo y del que soy hincha. El debe estar muy feliz, como toda mi familia. Mi papá no pudo venir por trabajo, pero estuvieron mi mamá, mis cuatro hermanos y mi novia”, cuenta el pibe de 18 años que jugó 19 minutos en Mar del Plata contra Racing.
Augusto no es tan explosivo como Santiago, aunque cuenta con características ofensivas similares cuando pisa el área: resuelve con claridad y llega seguido al gol. Aunque es diestro, buena parte de las Inferiores las hizo moviéndose como volante izquierdo. Pero Jota Jota lo corrió a la derecha y ahí le dio una oportunidad. “Recién es el comienzo, no me la voy a creer por esto. Pero tengo mucha ilusión y a la alegría de haber debutado con la camiseta de River no me la saca nadie”, dice el heredero de la dinastía Solari.
